En un mundo donde cada vez más gente se encuentra trabajando en roles que llegan a ser muy demandantes, pareciera no haber tiempo para algo más ¿Cómo lograr y mantener un balance entre el trabajo y la vida personal?
El trabajo representa una gran parte de nuestra vida, es el lugar al que le dedicamos más de la tercera parte de un día normal. Llegó el momento de ser feliz en el empleo que siempre has querido. Para ubicarte en un trabajo soñado debes tener muy claro qué y cómo lo quieres, de lo contrario solo perderás tu tiempo enviando hojas de vida y aplicando a cargos que no se ajustan a tus preferencias.
Tu primer día en un empleo puede ser clave en tu futuro desarrollo profesional e incluso personal. Para ello, debes aprender a superar los nervios, afrontar las dudas y controlar las emociones.
Algunos puestos de trabajo son más exigentes intelectualmente, otros lo son más en cuanto a rendimiento físico. Pero seguro que, como buen profesional que eres, siempre quieres mostrar la mejor versión de ti mismo y cumplir satisfactoriamente con todos los retos que se te plantean.
La búsqueda de la felicidad laboral con tu puesto es algo que todos practicamos. Hay factores externos que nos pueden ayudar o poner trabas, pero el primer paso es interior. Si te preguntas cómo estar más feliz en el trabajo, una buena actitud y predisposición puede marcar la diferencia.
En la actualidad, el estrés es un problema real, sin embargo, tristemente, muchas veces se diagnostica tarde porque todavía no damos la importancia que debemos a los temas emocionales desde un punto de vista social. Convivir con el estrés un día tras otro es como llenarte de veneno a nivel emocional. Un veneno que va matando la ilusión, la capacidad y la energía positiva.
Los procedimientos de salud y seguridad en el lugar de trabajo son necesarios para el bienestar tanto de los empleadores como de los empleados. Como empleador, tienes la obligación legal de proporcionar un ambiente de trabajo seguro y sin amenazas. Las condiciones de trabajo inseguras ponen a sus trabajadores en riesgo y reducen la productividad y el compromiso.
Malas caras, jornadas imposibles, estrés, incomprensión, ordeno y mando, incomunicación. ¿Es este el ambiente que predomina en tu empresa? ¿El resultado? Cero motivada, infeliz y poco productiva.
Hay tres tipos de CRM principales, aunque también podemos establecer otras clasificaciones. La clasificación más habitual diferencia entre CRM operativos, analíticos y colaborativos. Por otra parte, también hay otros elementos a tener en cuenta como el idioma. No en todas las empresas se tiene un gran dominio del inglés y que un CRM esté en español puede suponer un importante valor diferencial.
Cuando se trata de nuestros puestos de trabajo todos somos distintos, el orden y la limpieza en la oficina depende cada uno de nosotros. Existe la persona súper ordenada que siempre tiene su escritorio organizado e impoluto. Luego están los que apilan tazas de café, documentos y coleccionan bolis. Y aunque algunos disfrutan trabajar en un caos, existen beneficios de tener un espacio de trabajo limpio.
