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Tenemos la posibilidad de evaluar cuáles de nuestros objetivos hemos logrado conseguir y cuáles nos siguen costando trabajo, ya sea porque perdemos la motivación o porque simplemente no sabemos cómo comenzar.
 
                                    
                                Tenemos la posibilidad de evaluar cuáles de nuestros objetivos hemos logrado conseguir y cuáles nos siguen costando trabajo, ya sea porque perdemos la motivación o porque simplemente no sabemos cómo comenzar.
 
                                    
                                Cuando se acerca el final de un ciclo y vemos a la vuelta de la esquina el siguiente comenzamos a pensar en lo que nos propusimos al principio y no cumplimos, lo que dejamos de hacer, lo que pudimos haber alcanzado con un poco más de esfuerzo o tal vez lo que dejamos ir sin luchar.
 
                                    
                                Ponernos excusas siempre es una salida fácil para cualquier cosa. Nos auto justificamos por no conseguir lo que ansiamos, cuando el motivo suele ser falta de esfuerzo, compromiso e implicación.
 
                                    
                                Proponernos metas suele ser una tarea bastante sencilla, pero muchas veces nos encontramos en un punto muerto en que no avanzamos hacia la consecución de estos propósitos.