Cuando se acerca el final de un ciclo y vemos a la vuelta de la esquina el siguiente comenzamos a pensar en lo que nos propusimos al principio y no cumplimos, lo que dejamos de hacer, lo que pudimos haber alcanzado con un poco más de esfuerzo o tal vez lo que dejamos ir sin luchar. También ponemos nuestro mejor esfuerzo y actitud en programar y planear nuevas acciones para el siguiente ciclo, retomamos actividades que dejamos inconclusas y en algunos casos nos replanteamos propósitos que tal vez llevan muchos años sin ser más que eso… propósitos.
El sólo hecho de pensar o verbalizar lo que quieres lograr en tu vida no es garantía de que se realizará, para lograr lo que deseas y no una frustración por no haber conseguido lo que querías debes plantearte muy bien tus objetivos y metas, pero primero debes saber dónde te encuentras ubicado en este momento y hacia dónde quieres llegar.
¿Cómo Debes Definir Tus Metas?
Una meta puede considerarse también un sueño con una fecha límite. Las metas más interesantes son aquellas en las que coinciden nuestros deseos y nuestras capacidades. Hemos de tratar de centrarnos en aquello que nos apasiona y en lo que somos buenos, dejando a un lado cualquier posible obstáculo de tiempo, dinero u obligaciones. Un deseo no escrito seguirá siendo un sueño. Hay que escribirlo para convertirlo en un objetivo.
Define metas que supongan un reto, que te obliguen a salir de tu zona de confort. Los objetivos difíciles, al contrario de lo que pueda parecer, generan más concentración y tienen más posibilidades de lograrse. Eso sí, deben ser realistas y estar al alcance de tus capacidades. Deben ser posibles. Define metas muy concretas. Cuanto más específicas sean, más fácil será para tu cerebro desarrollar una estrategia para alcanzarlas. Deben tener una fecha límite y se deben poder medir de alguna manera. ¿Cómo sabrás que lo has conseguido?
Pasos A Seguir:
1. Seguridad:
Para poder lograr nuestrosobjetivos y metas, en primer lugar, debemos tener seguridad en nosotros mismos. La confianza es la clave del progreso. Tú eres capaz de lograr todo aquello que te propongas y estas capacitado para conseguirlo. No dejes que nada te haga dudar de tus aptitudes, cree y confía en tus habilidades.
2. Esfuerzo:
Para alcanzar nuestras metas tenemos que trabajar duro, nada se consigue sin esfuerzo. Debes tener claro que necesitaras ser paciente y perseverante. Para lograr lo que deseas deberás hacer algunos sacrificios de otras cosas que también te agradan. Pero debes hacer un balance de cuáles son tus prioridades y actuar en función de ellas. Piensa bien que es lo que quieres y si vale la pena sacrificar otras cosas.
3. Perseverancia:
En este camino, muchas veces viviremos situaciones frustrantes y poco gratificantes. No decaigas, estas situaciones nos enseñaran a actuar de mejor manera y a elegir nuevos caminos para lograr lo que queremos. No siempre sale todo como lo planeamos, pero esto también forma parte del proceso. Esto nos permitirá ratificar o rectificar lo que deseamos y darle el verdadero valor que tiene.
4. Asumir Los Errores:
Reconocer los errores y aprender de ellos, nos permite superarnos y mejorar. Cuando sucedan este tipo de situaciones, tómate un tiempo para pensar cuál fue el error y cómo puedes evitar que vuelva a suceder. Considéralo como una enseñanza y no como un fracaso. Evita depositar en los demás la causa de tus errores ya que de esta manera no podrás superarte a ti mismo.
5. Actuar:
Una vez que ya tengas claro lo que quieres y cuál es el camino para alcanzarlo, debes ponerte en acción. Nuestras acciones son las que definirán nuestro progreso. Si te quedas esperando que las cosas sucedan, puede que nunca pasen. Para lograr nuestras metas debemos hacer algo, nadie hará algo para alcanzar tus metas, solo depende de ti.