Valores Que La Empresa Debe Cultivar

Valores Que La Empresa Debe Cultivar

Los valores son ideas o conceptos a partir de los cuales juzgamos y actuamos. A pesar de ser los directivos quienes los definen, procuran que todos los miembros de la empresa se sientan integrados dentro de este proceso. Los valores son los pilares de la empresa, y, por tanto, no solo necesitan ser definidos, sino que deben estar vivos y en continuo desarrollo.

Es decir, la empresa debe demostrar que realmente los practica, responsabilizándose por mantenerlos, promoverlos y divulgarlos día con día. De esta manera, los trabajadores tendrán una mejor oportunidad de saber sus significados y ponerlos en práctica en su actividad laboral.


1. Transparencia:

Es uno de los valores que más buscan las empresas y que se observa tanto hacia fuera como hacia dentro. La transparencia implica ser claros en la descripción de los servicios y no esconder información que puede ser relevante para la plantilla o los clientes, según el caso. Las compañías más transparentes inspiran confianza en el mercado porque los clientes saben que no se llevan a llevar sorpresas en la prestación del servicio.

2. Calidad:

Vivimos en un mundo donde todos dicen que tienen los mejores productos del mercado. Pero una cosa es afirmarlo y la otra es garantizarlo. Los productos deben cumplir con los parámetros establecidos y prometidos, que sólo pueden ser cercanos a la perfección.

3. Honestidad:

Podría decirse que la honestidad es uno de esos valores de una empresa que se deriva del anterior. La entidad gana en credibilidad a medida que facilita a los clientes toda la información que estos reclaman. En este sentido, la organización debe estar dispuesta a anteponer la sinceridad a cualquier otra consideración, aunque ello le perjudique comercialmente. En realidad, la apuesta por la honestidad genera muchos más beneficios a largo plazo que cerrar acuerdos a corto plazo sin ser plenamente sinceros con los clientes.

4. Puntualidad:

No solo estamos hablando de ser respetuoso con los plazos de entrega de mercancía. También darle la importancia a la puntualidad a la hora de llegada y salida.  Asimismo, tener especial consideración con el tiempo de los clientes, proveedores y socios en casos de reuniones y pagos de facturas.

5. Constancia:

No desanimarse frente a la adversidad, perseverar en la consecución de los objetivos y estar siempre al pie del cañón son cualidades que pueden resumirse en una sola palabra: constancia. Es evidente que a lo largo de cualquier proyecto empresarial surgirán obstáculos que no serán de fácil resolución. La constancia es una apuesta a largo plazo en la que convergen el esfuerzo y la esperanza.

6. Emocionalidad:

Las personas son diferentes de las máquinas en varios aspectos, y uno de los más importantes son sus emociones. Las personas sienten, y si integramos la emocionalidad como uno de nuestros valores empresariales conseguiremos hacerles sentir. Esto contribuirá a que se unan a nosotros.

7. Claridad:

A la hora de transmitir una idea, a la hora de cerrar un acuerdo, a la hora de explicar una serie de ventajas… Es vital ser claro, ya que a nadie le gusta no entender algo y tener la sensación de que quedan puntos sin tratar y sin aclarar.

8. Pasión:

Pocas cosas atraen más a clientes que ver personas que disfrutan lo que hacen. Por ello, el tener la pasión como valor de una empresa, servirá para crear y mantener la emocionalidad al tope y transmitir esa motivación al exterior.