Ya no basta el conocimiento técnico, dominar idiomas, la resolución de problemas, tomar decisiones, etc. Vienen emergiendo con la tecnología y avanzando de manera acelerada otras habilidades, que ajusta y modifica los perfiles de los puestos y los empleos con una evolución constante. En conclusión… es muy difícil saber con “exactitud” cuáles serán esas habilidades que te permitirán mantener tu competitividad y nivel de empleabilidad en el mercado laboral.
Sin embargo, se nota una tendencia marcada, de ciertas habilidades y competencias, que están emergiendo como esenciales para el futuro próximo. El pensamiento crítico, la inteligencia artificial, la adaptabilidad y la capacidad de aprender, son solo algunas de las habilidades que se espera que sean cada vez más importantes.
1. Adaptabilidad:
Una de las habilidades fundamentales para afrontar cualquier cambio es la adaptabilidad. Tanto en la forma de trabajar, como en las herramientas que se utilizan, como en los conocimientos necesarios para desarrollar las tareas. Como profesionales, tanto ahora como en el futuro, debemos estar aprendiendo constantemente. Leer e informarse es imprescindible, no sólo sobre nuestra propia área de interés, sino sobre otras áreas de conocimiento, ya puedan incidir o no sobre nuestro trabajo. Todo está cada vez más interrelacionado, con lo cual nunca sabes la tendencia que afectará a tu empleo o empresa en el futuro. No hay que tenerle miedo al cambio. Si estamos preparados, el cambio siempre representará una oportunidad de mejora.
2. Competencia Digital:
Según el Índice global de competencias digitales de 2022, el 76% de los trabajadores se sienten poco preparados para trabajar en un mundo digitalizado y solo el 23% de los directores ejecutivos se consideran expertos en el ámbito digital. Desde los conocimientos informáticos básicos, incluidos el correo electrónico y el chat, hasta las habilidades avanzadas, como la gestión de productos digitales y el diseño de la experiencia de usuario, se requiere una mayor competencia en todos los niveles de cada sector. Además, dado el ritmo de los cambios, la vida útil de los conocimientos es relativamente corta. Esto significa que la competencia digital, así como la ventaja competitiva que conlleva, solo se pueden mantener mediante el aprendizaje y el desarrollo constantes.
3. Curiosidad:
La necesidad de estar aprendiendo constantemente nos lleva a otra habilidad fundamental: la curiosidad. Hay que fomentarla en las escuelas, pero los adultos también debemos tratar de manteneros siempre curiosos. La curiosidad es el motor de la innovación. Y junto con la imaginación, hacen posible que se ideen nuevos productos y servicios que tienen la capacidad de satisfacer las nuevas necesidades de nuestra sociedad, que evolucionan a la par que la adopción de las nuevas tecnologías.
4. Pensamiento Crítico:
Vivimos en una época de sobrecarga de información. La capacidad de evaluar, filtrar y analizar los hechos que se nos presentan forma parte del pensamiento crítico. Es una habilidad necesaria en situaciones que requieren procesos eficaces de toma de decisiones, resolución de problemas, gestión del tiempo y planificación. No se debe presuponer que algo es lo que parece, sino que hay que desmenuzarlo rigurosamente. Y, al profundizar, es posible sentar las bases de un verdadero progreso e innovación.
5. Trabajo En Equipo:
Saber trabajar en equipo es y seguirá siendo una habilidad fundamental en cualquier empresa. Cada vez más, la organización y el buen funcionamiento de una empresa se apoya en el trabajo colaborativo, tanto entre las personas de un mismo departamento como entre departamentos. De hecho, las estructuras clásicas de organización empresarial jerarquizadas están evolucionando hasta estructuras más horizontales como el sistema organizativo conocido como holocracia que requieren una colaboración mucho más estrecha entre las personas que forman parte de la organización. Por todo ello, un profesional bien preparado para un trabajo del futuro deberá ser capaz de trabajar bien en equipo, sabiendo colaborar con mentalidades que proceden de diferentes disciplinas e incluso con bagajes sociales y culturales diversos.
6. Agilidad Mental:
Nuestra capacidad de pensar, aprender y absorber nueva información se basa en la agilidad mental. Lo mismo ocurre con nuestro potencial para adaptarnos, ser creativos y afrontar el cambio con resiliencia y flexibilidad. ¿Puede tu organización adaptarse cuando surgen oportunidades o adversidades? ¿Es capaz de innovar y hacer las cosas de forma diferente? ¿Tiene la capacidad de pensar con originalidad?