Trucos Para Evitar El Síndrome Postvacacional

Trucos Para Evitar El Síndrome Postvacacional

El síndrome postvacacional no es una patología como tal, sino un «trastorno adaptativo». La persona que lo sufre tiene una sintomatología similar al estrés cuando, al final de un periodo de descanso más extenso de lo habitual, no se ve capaz de responder al alto número de demandas que supone la vuelta a la rutina o el regreso a su vida laboral.

Muchos de ellos volverán desanimados, con la moral por los suelos y desmotivados por volver a acostumbrarse a los momentos de estrés y madrugones, y, por si fuera poco, todavía con la mente puesta en esos días de descanso que acaban de disfrutar. Todos estos factores ocasionarán una dificultad a la hora de centrarse en los primeros días tras la vuelta de vacaciones. Para ello te traemos las siguientes recomendaciones para que tus empleados continúen con la mejor actitud después de sus merecidas vacaciones.


1. LA CONCILIACIÓN FAMILIAR:

Uno de los principales motivos que causa el síndrome postvacacional es la sensación de que la vida familiar desaparece con la vuelta al trabajo. Por ello, es importante hacer ver que se puede seguir disfrutando de la vida familiar sin que la actividad laboral pueda llegar a suponer un problema. En este sentido, pueden implementarse medidas de conciliación como el horario flexible o el teletrabajo parcial (por ejemplo, en horario de tarde), que permitan a los trabajadores estar disponibles para su familia cuando lo necesitan, sin dejar de lado sus obligaciones.

2. INVIERTE EN BENEFICIOS SOCIALES:

Los empleados necesitan de diferentes inputs que les permitan mantener su motivación al máximo. Más allá del aspecto puramente económico, es importante tener en cuenta que existen una gran cantidad de iniciativas para mejorar su percepción del trabajo. Algunos de los incentivos que tienden a tener un mayor protagonismo, además de una mayor incidencia en la motivación del empleado, son los cheques restaurante: permiten a los empleados poder olvidarse del trabajo extra que supone dejar la comida preparada el día anterior y tener más tiempo libre, para invertirlo en tareas que les resulten más gratificantes.

3. INCENTIVA EL DEPORTE ENTRE TUS EMPLEADOS:

Está demostrado que la actividad física incide de manera directa en la percepción del estrés, ayudando a reducir el mismo. En el caso de que tu oficina no cuente con la infraestructura suficiente como para tener un gimnasio en la misma, es posible que puedas llevar a cabo un acuerdo con los diferentes gimnasios de la zona para que ofrezcan tarifas más reducidas a tus empleados.

4. PROGRAMAR EL REGRESO CON ANTELACIÓN:

No es aconsejable volver de tus vacaciones justo el día antes de la reincorporación al trabajo. Es importante contar con uno o dos días no sólo para poner orden de maletas en casa, sino para prepararte mentalmente de la vuelta a tu lugar habitual, a una rutina asociada con el trabajo.

5. ALEJAR LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS:

Es normal que durante los primeros días nuestra mente tienda a ocuparse de pensamientos negativos o estresantes como “todavía no he respondido todos los correos pendientes”, “tengo que preparar la reunión de mañana”, “no he encargado los libros del cole de los niños”, etc., En esos momentos de agobio, que lo único que consiguen es incrementar la ansiedad y la sensación de falta de control, lo mejor es tomarse un pequeño descanso de cinco minutos. Además, al terminar la jornada, te ayudará revisar todas las tareas realizadas durante el día y pensar en lo mucho que te ha cundido.