¿Por Qué Fallan Nuestros Proyectos Empresariales?
Por lo general la ampliación de un negocio existente suele ser relativamente segura, sobre todo cuando se trata de perfeccionar la misma línea de negocios en la que se opera. Sin embargo, muchas personas un buen día deben empezar su negocio.
¡¡¡Qué momento apasionante de la vida!!! Cumplir un sueño que quizás se tuvo durante años. Las estadísticas indican que más del 70% de los nuevos emprendimientos fracasan dentro de los 2 primeros años de vida. ¿Existe una causa para ello? Si, son varias, pero en nuestra experiencia podemos señalar algunas con importante gravitación que, si puedes, debes evitarlas.
1. Los objetivos no están claros:
Esto es razonable al principio de un proyecto de tamaño medio y de mediana complejidad. Esta situación es normal al inicio, pero a medida que se avanza en la definición del alcance de éste, no existe ninguna razón para mantener los objetivos poco claros o ambiguos. Los objetivos alinean la estrategia y son fundamentales para avanzar con claridad hacia la meta.
2. Sobredimensionamiento:
Muchos proyectos empiezan sobre dimensionados (lujosa oficina, grandes equipos, varios vendedores, etc.) y jamás consiguen llegar al punto de equilibrio entre ingresos y egresos. Si hubiese empezado vendiendo hasta conocer el mercado jamás se hubiese sobredimensionado en base a meras expectativas, que no te pase esto por apresurarte con puntos que no tienen que ver con los productos de tu negocio.
3. Una Planeación Pobre O Ausente:
Una adecuada planificación comienza con la misión del proyecto, es decir, por qué existe. Parte de un análisis claro del caso de negocio y una definición clara de sus objetivos, metas, principales riesgos, supuestos y restricciones.
4. Un Control Débil:
La no aplicación de técnicas y herramientas adecuadas para el control, que son identificadas como mejores prácticas, generalmente dificultan que el gerente general y el patrocinador conozcan en tiempo real el estado de avance del proyecto. Manejar siempre un enfoque global o concentrarse siempre en los detalles, son extremos que generan problemas en el control. Se requiere un control con enfoque global, pero sin olvidar los detalles. Revisa antiguos proyectos para ver en dónde sueles tener descuidos y así aprender a planificar de forma más rigurosa en el futuro.
5. Subcapitalización:
Como podrán ver, se trata de variantes del mismo problema.
El negocio arranca estupendamente, sin embargo, el propio crecimiento obliga a comprar más stock o incorporar más empleados o empezar a devolver el crédito y allí todo se desmorona. Sin embargo, lo terrible es que realmente se trataba de una buena idea, pero la falta de capital impedirá que el negocio dure lo suficiente hasta hacerse rentable. Muchas buenas ideas (adviertan que no digo «malas ideas» sino «buenas ideas) quedan a mitad de camino por falta de capital en el momento crítico.
6. Mala O Ausente Comunicación:
Si no se dedica periódicamente tiempo a mejorar las habilidades de comunicación del equipo, es muy probable que se presenten problemas. Un adecuado plan de comunicaciones resulta crítico para el proyecto. El plan debe destacar el medio a utilizar, la frecuencia de la comunicación, sus destinatarios y el procedimiento de retroalimentación. Y quien lidera el proyecto debe estar dispuesto a tener conversaciones difíciles.