La gestión administrativa en una empresa es clave y sirve como base para la ejecución y potencialización de tareas para cumplir con los objetivos planteados y contribuir con la supervivencia y crecimiento de la misma.
Es por esta razón que se puede afirmar que la gestión administrativa busca la utilización de recursos para que la empresa alcance sus objetivos. El o los encargados de esto deben disponer de los conocimientos para la correcta utilización de los recursos tanto económicos como materiales y humanos para que la empresa sea exitosa.
1. Planificación Y Organización:
Volvemos a recalcar que la planificación es la base que se encuentra bajo el éxito de cualquier negocio. Para ello, debe fijarse una estrategia y, en función de la misma, identificar cuáles son las tareas a desempeñar y adjudicarlas a cada uno de los trabajadores o equipos en función de sus especialidades. Cada una de ellas, debe encontrarse definida con sus propios procedimientos, creando sistemas de contingencia ante cualquier eventualidad y con el suficiente margen como para ir actualizando la planificación a medida que vaya siendo necesario.
2. Motivación:
Es la gasolina para cualquier trabajador. Debemos buscar de qué manera podemos motivar a nuestro equipo para que puedan cumplir con las tareas asignadas y lograr los objetivos comunes. Para ello, es recomendable establecer con cada uno de sus componentes una comunicación lo más transparente y acogedora posible, entendiendo sus inquietudes e integrándolas en sus mecanismos de evaluación para potenciar todas sus habilidades. De esta manera, no sólo conseguiremos exprimir al máximo su talento, sino que además fomentaremos su capacidad de superación y su comodidad en su puesto.
3. Control:
A pesar de que todos los procesos estén lo más optimizados posibles y de que todos los trabajadores conozcan y desempeñen sus tareas de forma satisfactoria, ello no significa que debemos dejar de llevar un control acerca del cumplimiento del trabajo. Será indispensable no sólo evaluar los procesos y los resultados finales, sino también ser capaces de comunicar tanto las críticas positivas como negativas con un carácter constructivo, enfocado a mejorar día tras día.
Beneficios De Una Buena Gestión Administrativa
Manejo De Las Finanzas:
Sin control de gastos, reducción de pérdidas y, principalmente, confianza en los datos, es imposible mantener las finanzas al día. Al conseguir organizar todas las áreas de la empresa, incluso el departamento financiero, es más fácil manejar el flujo de caja. Establecer la periodicidad y la manera de hacer este control es de gran valor. Además, es necesario centralizar la información, evitando duplicidad y errores a la hora de enviarla a otros lugares. Para esto, es necesario cambiar las diversas hojas de cálculo por un sistema confiable, al que pocas personas tengan acceso a la hora de editarlo.
Aumento En La Productividad:
Es posible identificar qué equipos desarrollan mejor cada tarea específica y enfocarse en sus puntos fuertes. Identificar las fallas en los procesos y corregirlas es más eficiente, pues reduce la pérdida de tiempo y, muchas veces, de recursos. Con la identificación y corrección de fallas, es posible producir más en menos tiempo, utilizando menos recursos lo que garantiza mejores resultados.
Ayuda A Alcanzar Las Metas:
Lograr las metas y resultados muchas veces es el reflejo de una buena gestión administrativa. Esto ocurre porque el foco pasa a ser la creación e implantación de procesos más eficientes y que garantizan el logro de los objetivos planeados. Los administradores empiezan a concentrar su esfuerzo en las actividades intelectuales y no en las poco valiosas, y logran tener una mejor percepción, además de que el control pasa a ser más fácil de llevar a cabo. Además de eso, la realización del control pasa a ser más fácil.
Satisfacción A Clientes Y Empleados:
Los procesos más eficientes se reflejan en la calidad y en los tiempos, lo que permite que los clientes tengan sus necesidades atendidas y superadas. La relación con ellos también puede volverse más próxima para comprender mejor sus necesidades y tener productos y servicios que puedan suplirlas. Los empleados también quedan más satisfechos al percibir que no hay un desgaste tan grande y una pérdida de energía en tareas irrelevantes. Ellos pasan a sentirse más escuchados y a formar parte del proceso de transformación, siendo cada vez más valorados.