Hábitos Diarios Psicológicamente Saludables Para Tu Vida
De la misma manera que es tarea nuestra la de proteger nuestro cuerpo y mantenerlo sano, también recae en nosotros el proteger nuestra salud mental. Son muchas las pequeñas cosas diarias que, de cumplirlas cada día, nos ayudan a disponer de un buen estado psicológico.
Son muchas las acciones que, de hacerlas diariamente, mantienen a nuestro cerebro sano, protegiendo nuestra mente y nuestro estado anímico de problemas emocionales y cognitivos, como pueden ser los fallos de memoria, los problemas de atención y los trastornos mentales.
1. Mantener Activo El Cerebro:
Cuanto más tiempo pase nuestro cerebro inactivo más nos costará arrancar. Para evitar esto es fundamental que en nuestro día a día incorporemos actividades que demanden un poco de esfuerzo mental, por muy mínimo que sea. Aunque estemos de vacaciones o disfrutemos de la jubilación es muy importante evitar que el cerebro pare porque, de hacerlo, en el momento en que tengamos que volver a trabajar o que queramos disfrutar de algo mínimamente intelectual nos va a resultar una auténtica odisea. No hace faltar complicarse la vida ni romperse mucho la cabeza para mantener activo nuestro cerebro. Basta con recurrir a entretenimientos de toda la vida como el ajedrez, las damas, los juegos de cartas o, incluso, la petanca. Cualquier juego en el que haya un poco de estrategia puede funcionar muy bien para hacernos pensar y mantener nuestras mentes activas. También podemos recurrir a entretenimientos individuales, como el sudoku, los crucigramas, leer o escribir.
2. Dormir Suficiente:
Dormir lo necesario es un factor de protección y fomento de la salud psicológica. Hay personas que necesitan dormir más que otras, pero por lo general la mayoría necesitamos dormir entre 6 y 8 horas. Dormir demasiado poco nos hace sentirnos cansados mentalmente, poniéndonos de mal humor porque no somos capaces de hacer nuestros quehaceres diarios adecuadamente.
3. Plantearse Metas Y Organizarse:
Un hábito psicológicamente saludable que todos deberíamos incorporar es plantearnos metas a corto, medio y largo plazo. En el caso de los trabajadores y los estudiantes esto es especialmente importante porque, al estructurarnos nuestra rutina laboral y de estudio, siempre y cuando la cumplamos alcanzando las pequeñas metas que conforman el gran objetivo que nos hayamos planteado, evitaremos situaciones como, por ejemplo, tener que estar trabajando intensamente en el último momento.
4. Tener Una Dieta Saludable:
No podemos tener una buena salud mental si nos alimentamos mal. El cerebro necesita tener una dieta variada y balanceada para poder funcionar tanto en lo cognitivo como en lo emocional, por este motivo no debemos olvidarnos de la nutrición.
5. Expresarse Creativamente:
El arte ha sido la herramienta de expresión emocional desde tiempos inmemoriales. Ya desde la prehistoria los humanos nos expresábamos con rupestres pinturas en las paredes de las cuevas y, a lo largo de toda la historia grandes pintores, escultores y, en definitiva, todo tipo de artistas se han lucido exponiendo su mundo interior con todo tipo de representaciones artísticas. Nosotros podemos hacer exactamente lo mismo. Independientemente de qué técnica usemos y cuál sea nuestro talento, expresarse creativamente es una forma constructiva y muy original para mantener nuestra salud psicológica en buen estado. Ya sea con la escultura, la pintura o incluso el macramé podemos mantenernos ocupados mientras dejamos trabajar a nuestra imaginación, activando nuestro cerebro y sintiendo cómo creamos algo que representa cómo somos, algo totalmente personal e irreplicable.
6. Mantenerse Físicamente Activo:
Hacer ejercicio no únicamente nos pone en forma física, sino también mental, contribuyendo a que poseamos unas capacidades cognitivas adecuadas y un buen estado anímico. La práctica de deporte regular contribuye a que tengamos buena memoria, atención, estemos protegidos de la depresión y otros trastornos mentales, además de mantenernos emocionalmente bien y ser menos susceptibles a los cambios de humor. Lo ideal es practicar entre 3 y 4 veces a la semana algún deporte, aunque algo tan simple como caminar unos 30 minutos al día basta para que, a la larga, nuestro estado psicológico se vea beneficiado.