El deseo de causar una buena impresión es común en muchas personas, ya que puede marcar tu futuro personal o profesional. Las ganas, los nervios y la confianza se mezclan en situaciones en las que depositamos ilusiones y expectativas. Seguro que te ha sucedido alguna vez en una entrevista de trabajo, la primera vez que te presentan a un compañero, cuando tienes una cita importante o cuando conoces a los familiares de tu pareja o amigos.
Aunque no existe una fórmula mágica para causar una buena impresión, sí hay detalles que marcan diferencias. Presta atención a la forma en la que te presentas o hablas, a tu lenguaje corporal o incluso a los colores de tu vestuario. Son aspectos que, en ocasiones, pueden quedar descuidados, pero forman parte del conjunto que determinará cómo te perciben los demás.
1. La Puntualidad:
Esta es una cualidad que debes cultivar, tanto en la vida como especialmente en el trabajo. Sabemos que las dinámicas cotidianas a veces nos impiden aplicar esta norma universal, pero debes esmérate por hacerlo. No dejes nunca esperando a otros porque esto les hace perder confianza en ti. Te tomarán como una persona poco comprometida o poco seria. Si estás buscando empleo, es lo primero que debes hacer, llegar a tiempo e incluso minutos antes. Si existe un contratiempo debe ser algo que luego puedas probar. Sin embargo, toma previsiones para que ningún imprevisto te afecte en la hora puntual de llegada.
2. Sé Tú Mismo:
Con tus virtudes y tus defectos, siempre es mejor ir de cara. No caigas en la tentación de intentar aparentar lo que no eres para ganarte a alguien. Puede que no resultes convincente desde el principio y pierdas una oportunidad, o que más adelante te genere algún que otro problema. La naturalidad y la humildad te abrirán muchas más puertas.
3. Muéstrate Positivo:
Algunas personas de forma natural conversan sobre asuntos negativos, política, costes de productos, servicios públicos, atención al cliente etc. Si vas a interactuar con alguien por primera vez, evita este tipo de temas que te harán ver como un ser inconforme y quejumbroso, especialmente si es en una entrevista de trabajo. Solo hablarás de temas similares, si en la entrevista en la que te encuentras, es importante que expreses con sentido crítico una opinión sobre el gobierno u otro de estos temas. Del resto, habla de temas que pongan en evidencia tu forma positiva de vivir y ver cualquier circunstancia o situación.
4. Sonríe:
La capacidad de sonreír tiene un potentísimo efecto positivo en los demás. Si eres una persona risueña y tienes la habilidad de decir las cosas con una sonrisa, ¡explótalo! Y si no, empieza a probarlo hasta que te acabes acostumbrando. No te arrepentirás, ya que estarás dando un paso de gigante para causar una buena impresión.
5. Relájate:
El interés por generar una buena impresión puede jugarte alguna mala pasada en forma de nervios o de inseguridad, pero hay métodos para remediarlo. Las técnicas de relajación pueden ayudarte a estar más seguro de ti mismo y proporcionarte la tranquilidad que necesitas.
6. Cuidado Con Tu Tono De Voz:
Puedes controlar tu tono de voz, cuando haces consciencia de cómo hablas. Detente a escucharte y fíjate si hablas muy rápido, muy pausado, alto o en bajo registro y escucha también a tu interlocutor y trata de acoplarte a su estilo conversacional.
7. Usa Un Vocabulario Apropiado:
Recuerda siempre dónde estás y con quién estás. Algunas personas cuidan su vocabulario hasta cuando están ante el amigo más íntimo y eso es correcto, pero especialmente importante para causar buena impresión en una entrevista de trabajo. Ser de confianza no se pelea con la buena educación. Habla muy bien de ti en todos los contextos, si siempre te expresas apropiadamente. Las palabras soeces y los chistes malos, no cuadran en ninguna parte. No creas que por usarlas te harás más popular.
Recuerda que, si alguna cosa no sale como esperabas, siempre puedes extraer la parte positiva de la experiencia. Así aprenderás de los posibles errores para situaciones similares que te deparará el futuro.