Consejos Para Crear Un Mejor Lugar De Trabajo
La felicidad es la manera en la que una persona puede sentirse plenamente satisfecha, debido a que la mayoría de la gente pasa gran parte de su tiempo en su espacio laboral, la felicidad en el trabajo juega un papel determinante. Por otra parte, se ha frivolizado del término llevándonos a creer que para tener contentos a quienes integran nuestro equipo de trabajo, debemos consentirlos de alguna manera con incentivos, descuentos de patrocinadores, etc.
Diversas encuestas para empleados indican que 12% de las personas no sienten una verdadera felicidad en el trabajo, el 60% se sienten desconectados y el 28% repudia su empleo; 36% de los colaboradores preferirían ganar un poco menos a cambio de sentirse más a gusto. Esto dice a gritos algo sobre el estilo de gestión que hemos estado generando en los últimos años. Hay demasiadas reglas que generan ansiedad y el miedo, en vez de motivación, disfrute y la inspiración. Necesitamos jefes que atribuyan la creatividad y lideren generando confianza, en lugar de asustar a la gente.
1. Crear Una Cultura:
No se trata de ofrecer una serie de ventajas a los trabajadores, a pesar de que a menudo juega un gran papel, sino de crear culturas corporativas fuertes que comprometan a los empleados con su trabajo. Para medir cómo es percibida la cultura es necesario hablar con todos los empleados que pueda y obtener sus comentarios sobre los valores, su sentir y misión de la organización. De hecho, los trabajadores que son entusiastas hacia la cultura de su empresa son propensos a ser más positivos.
2. Ser Transparente:
Uno de los aspectos más valiosos de la cultura corporativa en todos los ámbitos es la transparencia. Los empleados tienden a sentirse mucho mejor cuando la administración es transparente sobre el progreso, los objetivos y acciones de la compañía.
3. Fomentar La Retroalimentación Honesta:
Las empresas deben fomentar la retroalimentación honesta, lo que mejora su visibilidad y proporciona una gestión con un feedback actualizado sobre lo que los empleados realmente piensan y lo que quieren ver a la compañía hacer.
4. Otorga Seguridad A Tus Empleados:
Todos los empleados buscan compañeros o jefes que reafirmen su autoestima. Decirles a tus empleados cosas como: “Excelente trabajo”, “Estamos muy contentos con tu labor”, “Me encanta tu compromiso con la organización” o “Nuestro equipo está feliz de tenerte” hará que su día sea el mejor y los impulsará a trabajar más.
5. Celebra El Éxito, No Importa Si Es Grande O Pequeño:
A todos nos gusta ser valorados, reconocer a tus empleados es demostrarles también que ves su esfuerzo y el empeño que ponen por hacer las cosas bien.
6. Ayuda, Enseña Y Aprende:
Siempre hay algo que aprender y algo que enseñar. Los conocimientos cambian, la forma de ver el mundo cambia, las personas con experiencia tienen mucho que enseñar, pero también mucho que aprender, por ejemplo, en nuevas tecnologías en las que la gente más joven puede estar más al día.
Enseñar nuestros conocimientos no debería ser un motivo de preocupación, podemos pensar que seremos más prescindibles, que una vez transmitamos parte de nuestra experiencia la empresa puede prescindir de nosotros, pero si la empresa es así, no será un lugar feliz para trabajar. El resto de los empleados tomarán buena nota y se convertirá en un territorio hostil en el que primará la lucha por la supervivencia.
7. Saluda, Despídete Y Sonríe:
A alguna gente le cuesta hacer cosas tan sencillas como dar los buenos días y despedirse. Llegan a la empresa de mal humor, sin mirar a los compañeros, sin saludarlos y se marchan de la misma manera. Otros son más selectivos y saludan a unos sí y a otros no, otros saludan y no son contestados. No es algo tan complicado, se puede practicar frente a un espejo y es gratis, puede leer lo siguiente en voz alta para practicar: buenos días, hasta mañana, que tengas un buen fin de semana, disfruta de tus vacaciones.
8. Céntrate En Tu Círculo De Influencia:
Las personas proactivas centran siempre sus esfuerzos en el círculo de influencia, se dedican a construir, se marcan objetivos de mejoras, centrándose en las cosas sobre las que pueden actuar, las que dependen de ellos, las que se encuentran dentro de su ámbito de influencia, de manera que consiguen ampliarlo. Pero en el otro extremo se sitúan las personas tóxicas, reactivas y grises, que centran sus esfuerzos en buscar los defectos de los demás, obviamente están insatisfechas con su trabajo atribuyendo la causa de su desgracia a sus compañeros, jefes, clientes, proveedores, Centran sus energías en aquello sobre lo que no tienen control, su energía es negativa y reactiva, desatendiendo y haciendo que se «encoja» su círculo de influencia.