Una mentalidad emprendedora es un conjunto de habilidades y capacidades que permiten identificar y aprovechar al máximo, las oportunidades que tienen potencial de éxito y crecimiento. Asimismo, implica desarrollar la destreza de superar los obstáculos y dificultades viéndolos como retos superables. Por último, tener mentalidad emprendedora, es también aprender de los errores y aceptarlos como parte del camino al éxito.
Cabe destacar que la mentalidad emprendedora es fundamental para cualquier ámbito. Ya sea que desees iniciar un emprendimiento o ya estés en el desarrollo de uno, o simplemente en tu lugar de trabajo como empleado, en todos los casos, tener mentalidad emprendedora optimizará tus posibilidades de éxito en cualquier meta que te propongas.
1. Confianza En Ti Mismo:
Así que el primer aspecto que quiero que trabajes es tener una fe absolutamente inquebrantable en ti mismo. En ti, en tus capacidades y en tu proyecto. Debes saber que existe un elemento en el cerebro llamado el sistema de activación reticular, que es una zona muy antigua de nuestra arquitectura cerebral. Se encarga de filtrar los impactos que le llegan, de manera que pasa al córtex solo aquellas que estima importantes. Si empiezas a enviarle mensajes negativos de “estoy bloqueado”, “no sé cómo hacer esto” o “no puedo conseguirlo” es más que probable que no lo consigas porque estás reforzando estos sesgos de confirmación de que no eres capaz. Quiero que te pongas tu sueño futuro en un tablero frente a ti y te repitas que lograr los resultados que pretendes conseguir solo es cuestión de tiempo.
2. Define Tus Objetivos:
Debes tener muy en claro cuáles son tus objetivos a corto, mediano y largo plazo. Y, además, establecer las reglas y estrategias que te ayuden a alcanzar cada uno de esos objetivos. Considera también una buena planificación que incluya alternativas a, b, c, d, o las que sean necesarias, con el fin de lograr tus objetivos de una manera u otra. Cuando ya tienes definidas tus metas y objetivos, te enfocas en lo necesario y eliminas las distracciones.
3. Controla Tus Emociones:
La paleta de emociones de un emprendedor es muy, muy amplia si la comparamos con la de un trabajador por cuenta ajena. Eso es bueno porque tienes sensaciones positivas muy potentes, pero también te van a asaltar sensaciones negativas terribles, con lo cual es sano que trates de minimizar tanto lo demasiado bueno como lo demasiado malo. Ni porque hayas tenido un buen mes en ventas, la vas a petar; ni porque haya ido mal un mes, te vas a arruinar y a tener que echar el cierre. Es fundamental que, como emprendedor, no te dejes controlar por tus emociones y mantengas el nivel emocional en un rango razonable. Tienes que pensar cómo quieres vivir este proyecto de emprendedor porque si siempre te centras en donde estás hoy y todo lo que te falta para llegar a la meta, vas a dejarte guiar por el perfeccionista que llevamos dentro y vas a producir un montón de sensaciones bastante tóxicas; insatisfacción crónica, agobio, estrés.
4. Administra Tu Tiempo:
Una de las claves para lograr una mentalidad emprendedora es saber administrar tu tiempo, apreciando cada minuto de tus días. En efecto, los emprendedores exitosos, no pierden su tiempo, lo administran en actividades útiles que los acercarán al éxito. Recuerda, el recurso más valioso de un emprendedor es el tiempo, por ello es tan importante que lo gestiones con eficacia si deseas desarrollar una mentalidad emprendedora.
5. Brinda Valor En Tu Propuesta De Negocio:
Este es básicamente el centro de la mentalidad emprendedora. Debes ofrecer productos o servicios que tengan un gran valor para tus clientes. Por ese motivo, debes enfocarte en hacer que tu propuesta beneficie a la mayor cantidad de personas posible, y que, además, les aporte un valor más allá del que ellos necesitan. Con esto, no solamente logras tener una mentalidad emprendedora, también, optimizas la fidelización de tus clientes y fortaleces las ventas y ganancias de tu negocio.
6. Cuida Tu Cuerpo:
Los emprendedores corremos un peligro en lo relativo a nosotros mismos: no cuidarnos lo suficiente por querer siempre estar al servicio de nuestros negocios. Pero esto es algo que tienes que tener muy claro y se tiene que convertir en un mantra para ti: te tienes que cuidar. Un cerebro y cuerpos agotados no te sirven para construir un negocio que perdure y en el que puedas avanzar. Si el cuerpo está agotado y no se encuentra equilibrado en todos sus aspectos terminará enfermando. Y es que los cuidados generan un estado físico óptimo, pero el cerebro también se beneficia. Para ello es importante que adquieras una serie de hábitos sanos y que se reflejan en tres aspectos: la alimentación, la actividad física y el descanso.