Cómo Superar Una Crisis Existencial A Cualquier Edad

Cómo Superar Una Crisis Existencial A Cualquier Edad

Una crisis existencial es un momento en la vida donde una persona empieza a cuestionarse profundamente el sentido de su existencia, su propósito o el significado de la vida en general. Puede surgir por cambios importantes, como una pérdida, un fracaso o simplemente reflexionando sobre temas como la muerte, el tiempo o el futuro. Esto genera incertidumbre, dudas y, a veces, ansiedad, pero también puede ser una oportunidad para reflexionar, crecer y encontrar nuevas perspectivas.
La crisis existencial se caracteriza por una sensación de vacío o falta de propósito, acompañada de cuestionamientos profundos sobre el significado de la vida y el propio lugar en el mundo. Suele incluir sentimientos de angustia, ansiedad, insatisfacción o desesperanza, y puede llevar a la persona a reflexionar sobre temas como la muerte, el tiempo, las metas personales o los valores que guían su vida. Aunque puede ser emocionalmente desafiante, también es un proceso que invita al autodescubrimiento y al desarrollo personal.
Tipos De Crisis Existenciales
Existen diferentes tipos de crisis existenciales, según los temas o situaciones que las desencadenan. Algunos de los más comunes son:
  • Crisis de propósito o sentido de la vida: Surge al cuestionarse si lo que se hace tiene un significado o valor real, o al sentir que la vida carece de propósito.
  • Crisis profesional: Aparece cuando una persona duda sobre su carrera, siente insatisfacción laboral o cuestiona si su trabajo está alineado con sus valores o metas personales.
  • Crisis de identidad: Relacionada con preguntas sobre quién se es realmente, los roles que se desempeñan (como pareja, madre/padre, profesional) y la coherencia entre valores y acciones.
  • Crisis espiritual: Ocurre al reflexionar sobre creencias religiosas, espirituales o filosóficas, o al sentir una desconexión con estas.
  • Crisis por eventos de la vida: Provocada por cambios importantes como la pérdida de un ser querido, rupturas, enfermedades, envejecimiento o eventos traumáticos.
¿Dónde Está Entonces La Causa De Nuestra Crisis Existencial?
Sin duda está relacionada con nuestra motivación y el gran porqué que hay detrás de todo lo que hacemos. Muchas personas se lanzan a tumba abierta a una ruleta rusa de decisiones vitales y profesionales que van a condicionar su vida pero que lo hacen sin plan ni criterio lógico, simplemente porque es lo que toca ahora y porque lo hace todo el mundo. Las consecuencias ya te las puedas imaginar, confusión, saturación, agobio, victimismo, frustración y al final de todo un vacío existencial brutal. La solución para este tipo de crisis vital está relacionada con dos conceptos fundamentales: tu motivación y tu autenticidad. Vamos con ellos:
Tu Motivación
Cuando eres tú mismo y tienes claro el porqué de lo que haces, todo es más sencillo y superas mejor las dificultades. En realidad, cuando hacemos o iniciamos algo en nuestra vida, lo podemos hacer por razones intrínsecas y extrínsecas. Las intrínsecas están relacionadas contigo mismo, tu propio desarrollo y crecimiento personal y profesional, eso nos hace sentirnos motivados y comprometidos. Las extrínsecas están relacionadas con los demás, tu lugar en el mundo y cómo armonizar en la sociedad, y eso nos hace sentirnos útiles, queridos y con significado en el mundo. El problema viene cuando estas razones intrínsecas y extrínsecas no están alineadas y empezamos a desconectar con el propósito real que nos mueve cada día. Tu Autenticidad El reto de ser auténtico es algo realmente difícil en este mundo de influencias, estímulos, postureo y expectativas en el que nos movemos ahora. Trata de ser auténtico cueste lo que cueste sin separarte de tu propósito vital, el camino que te has establecido. Aunque seguramente en ese camino te encuentres con infinidad de objetos brillantes muy atractivos y envueltos por la tiranía del cortoplacismo, deberás priorizar tu misión, tu mensaje y, en definitiva, tu marca personal como seña de autenticidad. Ser auténtico tiene varias ventajas: te libera de postureos innecesarios, dejas de compararte con los demás y te olvidas para siempre del juicio y expectativas de otros. Y créeme que el concepto de felicidad va por ahí.  (SG)