Cinco Componentes De La Inteligencia Emocional

Cinco Componentes De La Inteligencia Emocional

Sabemos que la manera en que experimentamos algunas situaciones depende directamente de lo que esperamos de ellas. La relación entre cuerpo y mente es muy compleja, pero es fundamental a la hora de conseguir todo lo que nos proponemos a lo largo de nuestra vida. O, al menos, intentarlo. Nuestras expectativas pueden influir notablemente en cómo percibimos la realidad. Los sentimientos y pensamientos te ayudan a interpretar la vida en cuestiones tan importantes como afrontar el estrés del día a día. Determinan cómo te enfrentas a lo que te rodea, pero, a veces, esos pensamientos pueden ser negativos (no sé cómo, no soy capaz o no puedo alcanzar esta meta).
Aprender a regular nuestras emociones es la principal clave del éxito en la vida personal, familiar y profesional. Y para ello, no solo necesitamos conocer, reconocer y regular el estado de ánimo, sino saber cómo influye en el empeño que ponemos por lograr nuestras metas. Cada persona cuenta con una serie de fortalezas y capacidades que podemos activar en nuestro cerebro para conseguir los objetivos marcados. El entusiasmo o el optimismo representan estímulos maravillosos para alcanzar el éxito, pero para desarrollarlos hace falta trabajar nuestro nivel de inteligencia emocional. Es la llave que abre todas nuestras puertas.
El autoconocimiento:
El saber descifrar quién eres, te va a permitir identificar los miedos, sentimientos y emociones que posees, al conocerlos se te hará más fácil controlarlos y expresarlos de manera adecuada. Además, conocer nuestras propias emociones va a influir mucho en el cuidado de nuestra salud mental.
El autocontrol:
Otro de los principales componentes de la inteligencia emocional es el autocontrol. Dentro del ambiente laboral es posible que surjan situaciones en donde te sea difícil mantener un manejo óptimo de las emociones, pensamientos y sentimientos.
Se debe tener un nivel de autocontrol que te permita actuar de manera positiva frente a estos hechos que puedan acontecer. La resiliencia y el saber adaptarte a los cambios, te va ayudar a tener un equilibrio en tus relaciones interpersonales y en la forma en que te relacionas.

La motivación:
Es muy importante dentro de las empresas y debe desarrollarse tanto a nivel personal como de equipo. Un trabajador que se encuentre motivado en su lugar de trabajo va a ayudar a cumplir los objetivos de la empresa fomentando que todos los demás hagan su trabajo con mayor ánimo y alejándose de actitudes o emociones que puedan afectar su motivación.
La empatía:
Los trabajadores que la desarrollen van a tener una mayor inteligencia emocional. Entendemos por empatía a la capacidad que tienen las personas para percibir las emociones y sentimientos de los demás, entendiéndolos y poniéndose en el lugar de la otra persona.
Sabemos que los comportamientos y reacciones que tengamos pueden afectar las emociones de nuestros pares, es por eso que debes ayudar a fortalecer las relaciones entre tus compañeros, trabajar en equipo y no ver al resto como una competencia.
Buenas relaciones sociales:
Es fundamental una óptima comunicación con tus compañeros de trabajo, el saber comunicarse, expresar tus ideas, ser asertivo y paciente con los demás; te va a aportar a que tus relaciones interpersonales sean apropiadas y logres así un mayor desarrollo de la inteligencia emocional.