Beneficios De Trabajar En Espacios De Trabajo Compartido
El ambiente que se crea las oficinas de trabajo compartido tiene algo especial que en pocos lugares se encuentra: es una mezcla muy particular de ilusión, emprendimiento, sueños por cumplir, alianzas perfectas y mucha inspiración. La aportación ya no es solo a nivel profesional, sino también personal.
Estos espacios son perfectos para autónomos, emprendedores o pequeñas empresas que buscan un lugar de trabajo para su (todavía) pequeño equipo. Si quieres descubrir todo lo que te pueden aportar, te contaremos a continuación.
1. UN SOLO GASTO Y UN GRAN AHORRO:
Cuando estás empezando un negocio, pensar en tener una oficina es casi un lujo y puede, incluso, desanimarte a emprender. Pero las oficinas compartidas son una solución bastante práctica porque te permiten ahorrar hasta en un 30 % los gastos que vienen con una oficina común y corriente.
2. TODO EQUIPADO:
Una importante ventaja de compartir el espacio de trabajo, en comparación con las oficinas tradicionales, es que rara vez puedes conseguirlas equipadas o adecuadas para el uso que quieres darles no solo dejas de preocuparte por el mobiliario, sino también de toda la logística que obstaculiza el día a día, como los suministros de oficina, mantenimiento, Internet, etc.
3. CUESTIÓN DE IMAGEN:
Estas oficinas están diseñadas para favorecer los encuentros informales y los trabajos en equipo. Pero también permiten reuniones con clientes en un ambiente funcional. Esto, lo sabes bien, contribuye a la imagen de tu empresa y a la manera cómo haces negocios. Una sala de reuniones cómoda y amplia es lo que tu negocio necesita para ampliar tu red de contactos para generar más clientes y, por ende, mejorar la rentabilidad de tu empresa.
4. EL APRENDIZAJE A LA ORDEN DEL DÍA:
El habitual que en estos espacios se apueste por la formación y el aprendizaje a través de talleres, cursos, charlas… Es una buena forma de ampliar conocimientos y compartir un rato con los compañeros con los que compartes oficina.
5. ENCUENTRA UNA SEGUNDA FAMILIA:
Los compañeros con los que compartes oficina acaban siendo uno más del equipo e, incluso, un miembro de la familia. La amistad, el compañerismo y el buen ambiente de trabajo es uno de los tesoros de un espacio compartido.