Los avances tecnológicos y el advenimiento de nuevas profesiones han cambiado la forma de vivir y trabajar. Se han creado nuevas modalidades de empleo, posibilitándose que personas desde la comodidad de sus casas emprendan o laboren y obtengan su sustento. Profesionales independientes, muchos de ellos vinculados a industrias creativas o culturales, también han tomado la decisión en las últimas dos décadas de ser sus propios jefes y han adoptado la opción de trabajar desde sus propios hogares.
En empresas tecnológicas o en departamentos de servicios de grandes empresas también se ponen al alcance de los colaboradores modalidades para que la personas puedan trabajar desde su casa por temporada o en periodos determinados. Como emprendedor puedes tomar la decisión de darle vida a tu idea de negocio y empezar a ofertar tus productos, servicios o habilidades desde tu hogar. Muchas grandes empresas y grupos de trabajo iniciaron de este modo. Al principio los ingresos que obtendrás serán inestables, pues como cualquier negocio que inicia debes primero darte a conocer, es un proceso de acomodamiento en el que algunas cosas podrían fallar. No obstante, después de la tormenta viene la calma. Es el tiempo en que defines a dónde quieres llegar y cómo lo harás. Cuando ya tengas establecido tu negocio como tal empezarás a ver los frutos de tu esfuerzo.
1. Flexibilidad:
Dirigir una empresa requiere de mucha disciplina, ya sea con nuestros trabajadores o con los clientes, en una oficina tenemos poco margen de maniobra. Al trabajar desde casa aumenta la flexibilidad porque las reuniones presenciales se convierten en una llamada de teléfono, los horarios se amplían y los límites geográficos desaparecen.
2. Todo Lo Que Generas, Es Tuyo:
Cuando trabajas en relación de dependencia, solo te quedas con una parte de lo que generas. En el caso de emprender tú solo, sabes que todo lo que generes va a ser tuyo. Esto es fundamental para poder destinar toda la energía en el negocio. Cuando es tuyo, se siente mucho mejor.
3. Productividad:
Una de las mejores ventajas de dirigir un negocio desde casa es que al perder menos tiempo en desplazamientos o reuniones la productividad aumenta. Nuestro hogar es nuestra zona de confort y está demostrado que las personas que están a gusto rinden mejor en su horario laboral.
4. Descanso y Salud:
Otra de las consecuencias directas de trabajar desde casa es que tienes más tiempo para dormir y descansas mejor. Ya no tienes que levantarte con prisa ni pasar horas en metro o en atascos en carretera y, por si fuese poco, al comer en casa puedes controlar mejor tu dieta y comer más sano.
5. ConciliaciónFamiliar:
A nivel familiar, gestionar una empresa desde casa nos permite controlar todos los aspectos de la familia de forma más precisa. Podemos disfrutar del día a día con nuestros hijos y tenemos más tiempo libre para pasar junto a las personas que más queremos.
6. Ahorro Económico:
Trabajar desde casa implica que no gastas dinero en transporte público ni en gasolina, no tienes que pagar cafeterías ni restaurantes y tampoco necesitas mucha ropa arreglada. ¿Alguna vez has calculado cuánto pagas al año en transporte?