Tips Para Organizar Mejor Tu Día

Tips Para Organizar Mejor Tu Día

Tener la sensación de ir siempre con prisas, de no dar abasto, estar muy ocupado. con muchos compromisos tanto profesionales como personales, pero aun así sentir que uno no avanza, que no llega a hacer lo que se propone, o que no se hace nada de provecho.

También puede haber sensación de dispersión y de agobio, empezar muchas cosas y no acabarlas, o no saber por dónde empezar. ¡ojalá el día tuviera 40 horas! ¿Te ha pasado alguna vez algo así? Es por este motivo que debes aprender a manejar tu tiempo para cumplir con todas las tareas diarias sin dejar nada pendiente.


1. Elimina Las Interrupciones:

Procura trabajar de forma continuada y en una sola cosa a la vez.  Si estás escribiendo un informe, no atiendas llamadas ni mires el email. Las interrupciones rompen la concentración y tardamos en volver a conectar, nos hacen más lentos, cometemos más errores, y además nos generan ansiedad. Es imposible en algunos contextos eliminar las interrupciones por completo, pero hemos de tener un método para evitar todas las que podamos, Ejemplo, Consultar el email/mensajes (personales y de trabajo) sólo en momentos concretos y cuando sabemos que podremos responder (y no cada vez que recibimos uno) De nada me sirve leer un mail de un cliente a las 23h, o ver un mensaje de un amigo justo antes de entrar en la ducha. No te preocupes por “¿y si es algo urgente?” de ser así llamarán varias veces o buscarán la forma de contactarte.

2. Ten La Agenda Siempre A Mano:

Hazte con una agenda y, en la medida de lo posible, llévala siempre contigo. Anota en ella cualquier cita o tarea que te surja, y así podrás conocer de un vistazo tus planes para la semana y evitar que se solapen con otros compromisos. Anota todos los detalles relevantes, como el día y las horas que crees que podrías dedicar a cada asunto. También puedes utilizar el calendario del móvil para esto, con diferentes avisos para cada tipo de tarea (personal, profesional, ocio…) y así te aseguras de tener la información siempre.

3. Balance Semanal:

Personalmente me gustan las planificaciones y revisiones semanales, pero lo importante es ir haciéndolo cada poco tiempo: revisa tu agenda y evalúa “cómo fue la semana”. ¿Has cumplido todo lo que te has propuesto? ¿hay cosas para las que no has “encontrado hueco”? ¿Qué ha pasado?

4. Priorizar Cada Tarea O Compromiso:

Muchas veces estamos llenos de pequeñas cosas urgentes que no nos deja lugar para lo realmente importante. Hacemos mil cosas y tenemos la sensación de no haber hecho nada. Haz una lista de tus “piedras grandes”, de las cosas que son importantes en tu vida. Luego tradúcelo en acciones concretas que puedas incorporar en tu día a día (por ejemplo: llamar a mi Padre cada martes a las 20h, ir a clase de yoga el sábado a las 10h, jugar media hora con mi hijo al llegar a casa del trabajo, quedar para tomar un café con mi amiga Marta, dedicar el domingo de 20 a 21 a escribir poesía en mi libreta.) es mirarla al menos tres veces al día.

5. Repasa Las Tareas Del Día Siguiente Antes De Dormir:

Tomarte diez minutos antes de dormir para anotar todo lo que debes hacer al día siguiente es una buena idea para ir a la cama con la tranquilidad de saber que está todo controlado y apuntado en la agenda. Intenta priorizar las tareas por orden de importancia. Una buena forma de diferenciar los eventos laborales o personales es distinguirlos por colores. Otra opción, para los amantes de lo analógico, es recurrir al método una agenda que vamos creando día a día, utilizando bullet journal o símbolos para diferenciar tareas (casillas), notas (puntos) o citas (círculos). De esta manera, tu subconsciente sabrá que no hay ningún cabo suelto, y podrás relajarte y disfrutar de un sueño más reparador.

6. Eliminar, Organizar Y Limpiar:

Para evitar conservar cosas que llenen nuestras estancias y provoquen una sensación de agobio que, aunque no lo notemos, influye sobre nuestro ánimo. Te aconsejamos eliminar todos aquellos trastos que no vamos a utilizar cosa que tienes en tu hogar que ya no usas y simplemente ocupan espacios que puedes usar para cosas realmente importantes. Así podremos ordenar los que sí usamos (que además serán más fáciles de localizar), y esto nos permitirá limpiar de una manera más rápida y eficaz nuestro hogar.