Tener un horario para tu día te ayudará a administrar tu tiempo con más eficiencia. Puedes hacer más cosas y es menos probable que olvides tareas o te desvíes. Aunque podría parecer más simple hacerte cargo de las cosas a medida que se presenten, podrías abrumarte, desorganizarte y olvidar cosas.
Hacer y mantener un horario puede tomar un poco de tiempo para que te acostumbres, pero pronto te alegrarás de haberlo hecho; te ayudará a reducir el estrés y hacerte sentir con más control de tu vida. Organizar tu día te permite autorregularte y monitorear tu propio comportamiento manteniendo un registro de lo que necesitas hacer y lo que has hecho.
1. Anota Tus Deberes:
La cabeza es un manojo de recuerdos, sueños, ideas y, sobre todo, tareas pendientes. Despeja un poco tu mente con la ayuda de las notas. En estas plasmarás esas tareas que tienes que realizar durante el día.
2. Organizarse En El Trabajo:
Al igual que tu día a día en tu vida personal, debes de saber organizarte en el trabajo. Tal vez el ámbito donde más eficientes necesitamos ser. El objetivo es que las horas no pasen sin parar y cerremos el ordenador por la noche sin haber avanzado lo necesario. Organizarse la jornada de trabajo es fundamental. Para ello es importante que tengas toda la información recopilada en cuanto a las tareas que debes hacer.
3. Prioriza Tus Tareas:
Ya que vas a utilizar las notas diarias para las tareas que tienes pendientes, procura organizar el tiempo y los trabajos según su nivel de complejidad.
Hay quienes son más proactivos durante la mañana. Entonces, este es el momento ideal para realizar esas actividades con más complejidad, ya que se cuenta con toda la energía.
Por otro lado, hay otras personas que son más nocturnas y su tiempo de inspiración y destreza es en la noche. Si estás en este grupo, comienza por las tareas más sencillas y deja para el final aquello que necesita de toda tu concentración.
4. Agrupar Tareas Similares:
Cambiar de contexto a la hora de realizar tareas hace que gastemos nuestro tiempo cambiando de una cosa a otra. El cerebro necesita adaptarse y tener concentración plena en lo que estamos haciendo, por lo que cuanto menos lo desvíes de su zona de trabajo menos tiempo perderás. Trabajar por lotes de tareas que comparten un contexto parecido te ayudará a aprovechar mejor los recursos.
5. Mantén Tus Espacios Ordenados:
¿Cuánto tiempo perdemos en casa buscando el suéter favorito, la corbata, una pulsera? Si eres organizado en todos los espacios que habitas, será más fácil desarrollar tus deberes. Te sentirás más cómodo y a gusto y, por supuesto, serás más eficiente.
6. Analizar A Dónde Se Va El Tiempo:
Uno de los mayores problemas a la hora de planificar el día es que no sabemos cuánto tiempo nos va a costar terminar una tarea. Hacer una estimación resulta complicado a veces. Para ello, sobre todo en tareas repetitivas o de naturaleza similar, debemos medir ese tiempo. Si mides el tiempo que tardas en realizar una tarea varias veces, podrás sacar una buena estimación para el futuro, y de esta formaafinar mucho más tu planificación diaria.