Tips Para No Rendirse

Tips Para No Rendirse

Seguramente, a lo largo de la vida, has dejado de luchar por tus objetivos por falta de tiempo, de recursos o factores externos. La realidad, es que has aparcado tus sueños porque tu cabeza ha generado excusas que han ganado la batalla a tu fuerza de voluntad.
Esa fuerza es la capacidad que tenemos para decidir qué hacer, y optar por un determinado tipo de comportamiento. Normalmente, se asocia a los cambios a corto plazo que tienen repercusión a largo plazo. Durante este proceso nos rendimos y tiramos la toalla porque no vemos resultados, nos desmotivamos, juzgamos y excusamos repetidamente.  
1. Aprender De Los Fracasos:
Las personas que aprovechan todas las circunstancias de su vida tienen todo mi respecto. Aprender de los fracasos es algo que te hará no sentirte tan mal cuando no hagas algo todo lo bien que hubieses deseado. Ocurre simplemente porque, a pesar de no haber conseguido tu propósito, has obtenido algo positivo de la situación, lo cual hace que, de una manera u otra, la valores y no la veas como algo totalmente negativo. Acepta tus errores, pero no los dejes pasar de largo. Indaga y averigua qué has hecho mal y cuáles han sido las consecuencias; seguro que ese aprendizaje te servirá para dar tu próximo paso.
2. No Te Juzgues:
Tus errores no te definen, tú no eres tus errores. Te define tu actuación en completo. Y tú eres valioso por todo aquello que haces, inclusive por los errores que cometes. Cada vez que nos equivocamos solemos etiquetarnos con frases tales como “no eres capaz”, “no lo vas a conseguir”. Una mala gestión del error. Estas etiquetas hacen que perdamos nuestra motivación. Cuando cometas un error, usa esta palabra clave: “sucede”. Un error sucede. ¡Ya está! Cuando te equivoques, cuando comas lo que creas que no debes, simplemente di sucede, sin más. Y a partir de ahí, analiza por qué ha pasado y… ¡corrige para la próxima vez! Esto te ayudará a recuperar la motivación.
3. Evita Compárate:
Igual que tu cabello es diferente al de cualquier otro, tus competencias, habilidades, virtudes y defectos también lo son. Es imposible -e insano- compararse con cualquier otra persona porque, sencillamente, las condiciones en las que vivís son diferentes. Intentar conseguir los logros de otra persona puede llegar a ser como que un pez intente escalar un árbol: imposible, frustrante y, sobre todo, innecesario.
4. Recuerda Tu Porqué:
Nunca olvides por qué estás aquí. Si pierdes la motivación, si pierdes el sentido, también se desplomarán tus fuerzas. Muchas veces, con un objetivo tan a largo plazo, y viéndolo tan lejos, se flaquea. Pero si tú vas visualizando lo que quieres conseguir, cómo será tu vida cuando lo consigas, en qué la va a mejorar, cómo te sentirás… ¡serás capaz de encontrar y mantener la motivación!
5. Se Intuitivo:
Hacer caso de la intuición es, al fin y al cabo, fiarse de uno mismo. Si no confías en ti, ¿Qué sentido tiene ponerse unas metas? ¿Cómo no te van a dar ganas de tirar la toalla si ni tú mismo crees en lo que haces? Es esencial que, para no rendirse, creas en ti y hagas uso de la intuición; te darás cuenta de que en la mayoría de ocasiones aciertas. Y si no es así, aprovecha y aprende de la situación.
6. Déjate Ayudar:
El apoyo es esencial para avanzar puesto que nadie es experto en absolutamente todo. Por este motivo, no dudes en pedir ayuda y contar con personas que puedan asesorarte y echarte un capote, ya sea sólo con un gesto, unas palabras o de manera mucho más activa, más física, más dinámica.