Dicen los expertos, que después de ser empleado, emprender es una de las actividades que puede generar un mayor reto en las personas. ¿Por qué? Porque ahora es quien deberá estar al frente de su idea y sacar su negocio adelante.
Muchas veces, nos vemos enfrentados a mitos que impiden emprender y por esto decidimos quedarnos en nuestra zona de confort. ¿Cuáles son esos mitos más famosos? En este artículo vamos a hablar de algunos, que seguramente has escuchado o que sabes que existen.
Yo he nacido para ser empleado y no empleador:
Este es un obstáculo que se colocan las personas. Creer que no pueden conseguirse grandes éxitos es consecuencia de bloquearse mentalmente, de conformase con algo. Solo cuando la oportunidad o necesidad les llega, es entonces cuando ven el emprendimiento como una opción de llegar al éxito porque se quedaron sin empleo, requieren de ingresos extras o tienen seguridad de obtener beneficios. No todas las personas tienen el valor de arriesgarse, de crear empresa o apoyar una idea.
Emprendedores deberían ser jóvenes:
Si es posible soñar a cualquier edad, también es posible emprender a cualquier edad. La cuestión es que existen etapas ideales para emprender que, aunque las relacionamos con la edad, tienen más que ver con el estado de la persona en tanto su capacidad para arriesgarse. Por ejemplo, de joven se tiene pocas obligaciones y uno puede asumir compromisos sin arriesgar la estabilidad emocional y material de personas cercanas.
Si se tiene dinero suficiente, no se fallará:
La gente, muchas veces, dice que no emprende por no tener dinero, que la falta de recursos constituye un obstáculo para iniciar un emprendimiento y no es así. El emprendedor hace su idea o proyecto con lo que tiene a su alcance. El dinero es un obstáculo para que la empresa crezca, no para empezar. El fracaso en el inicio no está asociado a falta de dinero, sino al escaso conocimiento del mercado y fallas en desarrollar un producto o servicio.
Es importante lo que sabes, los consejos son costosos:
Lo que un emprendedor hace, casi siempre, son nuevas ideas, producir sobre lo que menos conocemos. Cuando se explora lo desconocido, se saca algo que gusta y es un éxito en el mercado porque no existía, es innovación. El conocimiento se construye día a día, todo es nuevo. Lo de consejos costosos es un mito, porque la pericia que pueda tener una persona, la hace importante. Los consejos no son costosos, son valiosos.
Los emprendedores están motivados solo por dinero:
Los emprendedores son más motivados por la satisfacción que genera el haber alcanzado el sueño propuesto, que por la generación de riqueza. Si en un principio son movidos por hacer fortuna, esto pasa a un segundo plano cuando comienzan a disfrutar otras cuestiones que les generan más satisfacciones, como, por ejemplo, los resultados mismos de su empresa en términos de crecimiento e impacto en el mercado.
Para emprender No se necesita de la planeación:
Una persona que tiene una idea y la saca adelante sin planeación, no implica que sea un éxito asegurado. Una buena idea debe respaldarse con una buena planeación y un seguimiento del proceso. Solo así puede convertirse en una gran empresa y marcar diferencia entre sus competidores, de lo contrario puede fracasar. Nadie llega a la cima así de fácil con una idea. Hay que hacer ajustes, cambios, de acuerdo a la circunstancia del proceso.
Al crear una empresa, te conviertes en jefe:
Cuando se crea empresa, uno está creciendo como persona y profesional, está desarrollándose y evolucionando. Quien encabeza un emprendimiento no necesariamente es un jefe, pero sí es un líder. Cualquiera puede ser jefe, pero no todos son emprendedores, y serlo no solo es tener buenas ideas, sino poner amor al trabajo, ser constantes. De lo contrario, una gran idea se queda en eso y no se convierte en un proyecto real.