La Teoría De Fijación De Metas

La Teoría De Fijación De Metas

Tu equipo tiene proyectos ambiciosos que quiere sacar adelante. Son proyectos que llevan demasiado tiempo en el backlog, puede que seis meses o más. Quieres perfeccionar el proceso de formación de nuevos empleados, reescribir los perfiles de compradores de tu empresa o rediseñar el blog de una vez por todas.
Pensar en lo que quieres lograr es la parte que menos cuesta (sobre todo, si te gusta soñar, que sabemos que sí). El trabajo duro empieza cuando toca progresar o movilizar al equipo. Para dar rienda suelta a todos tus propósitos, te conviene conocer la teoría de fijación de metas. Con ella, podrás convertir tus aspiraciones en realidad. Pongámonos manos a la obra.
¿Qué Es La Teoría De Fijación De Metas?
El nombre completo es “teoría de fijación de metas para la motivación”. El Dr. Edwin A. Locke, un psicólogo estadounidense, la elaboró y publicó en 1968. En resumen, esta teoría expone que unas metas bien definidas y cuantificables mejoran el rendimiento mucho más que unos objetivos imprecisos. Por ejemplo, fijar un objetivo para tu equipo como “ganar el concurso de decoración de mesas de oficina de la empresa” será mucho más motivador que un objetivo vago como “mejorar la reputación del equipo”.
 
El Esfuerzo Vale La Pena: Ventajas De Fijar Metas
Muchas personas caen en la trampa de pensar fijar metas solo es una formalidad. Al fin y al cabo, si ya tienes una idea aproximada de lo que quieres conseguir, ¿no sería mejor ponerse manos a la obra sin más? Pues no. Es mejor dedicar tiempo a reflexionar sobre los objetivos que quieres alcanzar y prepararte para conseguirlo.
Ve En Una Dirección Clara
Imagina que vas a hacer un viaje en coche. ¿Te pondrías en camino sin un mapa, GPS o, al menos, alguna idea de cómo llegar a tu destino? Seguramente no, porque perderías mucho tiempo y sería desesperante estar dando vueltas sin rumbo. La fijación de metas funciona de la misma manera. Si analizas al detalle el camino que tienes que seguir para llegar a tu destino, sabrás qué decisiones tienes que tomar, podrás priorizar las tareas y gestionarás tus esfuerzos y tu energía para alcanzar tu propósito final. Además, si dedicas el tiempo suficiente a definir objetivos, no perderás de vista la meta a medida que progresas y no dejarás que te distraigan otras responsabilidades acuciantes.
Haz Un Seguimiento Del Progreso
Uno de los principios de la teoría de fijación de metas de Locke es la claridad; es decir, se trata de marcar objetivos concretos. En lugar de pensar en “mejorar la salud del equipo”, quizá la meta debería ser que el equipo registre más de un millón de pasos en los monitores de actividad física. Fijar objetivos cuantificables ayuda a monitorizar mejor el progreso y a seguir por buen camino. Si llegas a mitad de mes y solo se ha registrado una cuarta parte de los pasos del objetivo, habrá que pisar el acelerador y organizar caminatas para todo el equipo.
Disfruta Del Éxito
Pocas cosas hay más gratificantes que conseguir algo que te importa de verdad. Será difícil tener esa satisfacción si no has fijado objetivos. La ciencia también tiene algo que decir al respecto. Cuando alcanzamos un objetivo, nuestro cerebro segrega dopamina, un neurotransmisor que nos hace sentir bien. Y esto no solo ocurre cuando por fin puedes marcar el objetivo como conseguido. Según el principio del progreso, dar pequeños pasos o conseguir pequeños triunfos a lo largo del proceso puede resultar satisfactorio y motivador. (SG)