El problema es que muchas veces no queremos aceptar que estos malos hábitos son el principal motivo por el que fallamos, sobre todo en nuestros emprendimientos; llevamos años tratando de hacer nuestra idea exitosa y siempre terminamos mal, frustrados, endeudados y en el mismo lugar en el que empezamos, sólo con una buena idea.
Ser emprendedor también significa retarte a ti mismo, no sólo debes buscar ser excelente en tu negocio, también tienes que encontrar el equilibrio en ser exitoso en todo y eso requiere que dejes de lado algunos hábitos que parecerán inofensivos, pero en realidad te están sirviendo únicamente de ancla, ya que atacan tu salud mental y física.
1. El Humano Ocupado:
Este comportamiento se presenta cuando solo te sientes “valorado” o “suficiente” si estás siendo productivo, útil o valioso. Si no estás ocupado (sobre)logrando cosas, te sientes flojo, sin valor o como si estuvieras perdiendo el tiempo. Tienes una adicción a estar ocupado e incapaz de desconectarte, nunca. Esto puede afectar la recuperación, la creatividad, la resolución de problemas y la resistencia a largo plazo.
2. Pones Excusas Para Todo:
Uno de los peores hábitos que podemos tener los seres humanos es excusarnos por todo; poner excusas es realmente culpar a alguien más por tus responsabilidades, sobre todo cuando tiene que ver con tu desempeño. Si las cosas en el negocio no están saliendo bien, es culpa de tus trabajadores, es culpa de tus socios, de los proveedores, de los clientes, del gobierno y así la lista es interminable, y realmente debes analizar en que puedes mejorar tú, antes de ver en que están fallando los demás. Presentarte a tus clientes con excusas te hace ver poco profesional y les hará pensar que no tienes el control sobre tu empresa, adueñarte de tus responsabilidades y ser consciente de las consecuencias de tus actos, hará que realmente aprendas y no vuelvas a cometer los mismos errores.
3. Adicción A La Finalización:
Nunca te das permiso para estar completamente presente, en el momento, en paz o en armonía con la vida, hasta que la lista de tareas esté completa, todo negocio pendiente se haya terminado, todos los problemas estén resueltos y todas las preguntas sin respuesta hayan sido respondidas. No puedes dejar de pensar en un tema o proyecto hasta que esté cerrado, aprobado y terminado. Estás desesperado por la sensación de conclusión que nunca llega, así que pasas el día siempre apresurado, sin darte el tiempo para detenerte, recuperarte o estar presente. Esto resulta particularmente problemático para los proyectos a largo plazo.
4. Eres Indeciso:
El ser indeciso tiene mucho que ver con la confianza que tengas en ti y en tu trabajo, no dudes de tus capacidades y habilidades, nadie más que tú puede medir realmente la calidad de tu trabajo; si eres indeciso por el miedo de cometer errores, pues te tengo una mala noticia, los vas a cometer igual, pero lo importante es la actitud que tomes para asumir esos errores y aprender, no tomando decisiones y no siendo responsable de tus acciones, solo te mostrarás con falta de fe ante tus colaboradores, no podrás hacer que tu equipo se ponga la camiseta, ni venderle tu negocio a tus clientes, si tu no crees ciegamente en tu proyecto y en lo que puedes hacer.
5. Sobre Pensar Y Sobre Analizar:
Este hábito también está impulsado por el miedo a ser juzgado o criticado, así como el miedo al fracaso. Ahora tienes una lista interminable de “Y si”. Necesitas certeza y previsibilidad, que simplemente no existen. Necesitas saber qué va a pasar, cuándo y cómo, ¡antes de que incluso suceda! Este rasgo suele combinarse con problemas de control, donde necesitas controlar todo y a todos para sentirte seguro. Aunque no lo estás haciendo abiertamente, porque temes que las personas piensen que eres controlador, estás tratando de predecir y controlar de manera encubierta. De cualquier forma, es agotador.