Errores Financieros

Errores Financieros

Cuando se trata de cobrar el sueldo, parte del dinero está destinado a cubrir los gastos básicos de los servicios del hogar, la limpieza y los alimentos. Puedes destinar un pequeño porcentaje en caso de emergencias y, lo que resta, colocarlo en una caja de ahorro.
Sin embargo, es muy difícil no caer en la tentación de gastar el dinero que nos sobra en los famosos “gastos hormigas”. Estos representan una merienda con amigas, helado para pedir de postre, una salida al cine y más. Es así como se cometen los errores que detallaremos a continuación.
Gastar Más Dinero Del Que Ganas:
Esta es la principal norma que debería dirigir tus finanzas. Aunque muchas veces es inevitable, lo ideal es procurar que los gastos mensuales no superen los ingresos. En caso contrario, siempre estarías recurriendo al endeudamiento. En este punto, la organización y planificación financiera es fundamental. Sin un buen presupuesto personal o familiar estarás más que perdido. No preparar un presupuesto mensual puede afectar incluso a las familias que cuentan con ingresos mensuales suficientes.
No Ahorrar:
Otro de los errores financieros comunes es no ahorrar. Sabemos que muchas veces ahorrar puede ser misión imposible. Cuando apenas se puede llegar a fin de mes, el ahorro pasa a un segundo plano y este es uno de los peores errores que puedes cometer. Intenta por todos los medios ajustar tu presupuesto y oblígate a ahorrar una parte de tus ingresos. Siempre tienes la posibilidad de recortar algún gasto o capricho innecesario. Incluso eliminar los gastos hormiga (pequeños consumos diarios que pueden afectar tus finanzas personales) puede hacer la diferencia.
Comprar Una Casa Por Encima De Tus Posibilidades Económicas:
Así como cambiar de coche a uno con mejores prestaciones y más caro, comprarte una casa que supere tu capacidad económica puede ser devastador para tus finanzas. Será importante que antes de dejar la casa de tus padres o el piso que compartes, tengas en cuenta si realmente es buen momento o no para comprarte tu propio apartamento.
Sé honesto contigo mismo y valora tus finanzas personales. ¿Gozas de estabilidad laboral? ¿Tus condiciones económicas te permiten asumir un préstamo hipotecario? Asimismo, es aconsejable analizar los factores externos relacionados con el mercado inmobiliario.
No Contar Con Un Fondo De Emergencia:
Las urgencias llegan a nuestras vidas sin avisar. ¿Estás preparado económicamente para asumir un tema médico o una emergencia en el hogar que no cubra tu seguro? Asegúrate de contar con un fondo de reserva para responder ante situaciones imprevisibles. Un consejo práctico: procura separar tu fondo de emergencia de tus ahorros.
Utilizar Cheques En Exceso:
Este error es muy similar al préstamo de dinero. Si no cuentas con los fondos bancarios suficientes y repartes cheques para cada pago que debes cumplir, te hundes en una gran deuda financiera de la cual te costará salir. Es por esta razón que es recomendable únicamente utilizar el dinero que tienes disponible en tu cuenta y esperar a tu siguiente sueldo. De la misma manera hay que considerar no abusar de la tarjeta de crédito. Si no sabes controlarte, es mejor no apostar por una.
No Tener Un Plan Ni Un Objetivo Trazado:
Lamentablemente, hay muchas personas que van hacia donde les lleve la corriente. Vivir una vida sin objetivos, metas y planes puede perjudicarte en todos los ámbitos y, sobre todo, en el económico. Saber dónde estás parado y a dónde quieres llegar es la única manera de tomar decisiones acertadas que te acerquen a cumplir tus objetivos. ¿Para qué quieres ahorrar? ¿Cómo quieres vivir tras tu jubilación? ¿A qué edad quieres jubilarte? ¿Quieres seguir trabajando por cuenta ajena o quieres ser tu propio jefe? ¿Quieres formar una familia?
Absolutamente todas las decisiones que tomes en tu vida estarán ligadas al ámbito financiero. A diferencia de lo que nos gustaría, para adquirir bienes y acceder a servicios, tenemos que desembolsar dinero, por tanto, es hora de que empieces a trabajar en tu plan de vida. ¡No lo pospongas más!