Los seres humanos somos cuerpo, lenguaje, emoción y espiritualidad; estos ámbitos forman parte de nuestra vida y nos desenvolvemos y desarrollamos en cada uno de ellos, en mayor o menor medida. Pero aun sabiéndose esto, se suele darle mayor importancia al aspecto intelectual, mental, cognitivo y racional que a cualquier otro aspecto, dejando por supuesto lo emocional fuera de toda atención, a la hora de pensar en un proyecto y más específicamente cuando decidimos emprender una nueva actividad.
Al descuidar el aspecto emocional de nuestra vida, descuidamos cuánto influyen los estados de ánimos en las decisiones que tomamos y cómo nos cierran, en vez de abrirnos, posibilidades para llevar a cabo acciones concretas. Si bien cada persona es diferente y por lo tanto su energía es particular, mencionaré a continuación las emociones que a mi parecer son básicas y necesarias para llevar adelante un proyecto y poder emprender con éxito.
1. Confianza:
La confianza en ti mismo y en tu propio emprendimiento es vital para alcanzar todo lo que te propongas. Es importante que trabajes en tener una buena autoimagen, si aún no la tienes, ya que al final esto es lo que proyectas a los demás. Recuerda que los socios o inversionistas invierten en personas que generan confianza y que saben transmitirla a su equipo.
2. Pasión:
La pasión es el combustible de todo emprendimiento, es el que te lleva a continuar mientras vences todos los obstáculos que puedas encontrar en el camino. Mantener esta llama encendida, sin lugar a dudas, te dará la energía, el impulso y la motivación para desarrollar tu idea de negocio.
3. Compromiso:
El compromiso y la responsabilidad con el proyecto debe ser un 100% en el emprendedor, pues de su dedicación y esfuerzo, dependerá el rumbo que tome su idea de negocio. Para el emprendedor, el compromiso consiste en asumir el reto y realizar a cabalidad cada una de las tareas que debe hacer con dedicación, para alcanzar lo que desea.
4. Ambición:
Algunos han enfocado la ambición desde el lado negativo, sin embargo, es una gran aliada del emprendedor, ya que implica el deseo por avanzar, crecer e ir tras tus sueños. La ambición impulsa al individuo a no conformarse con lo que ha logrado y a seguir hacia lo próximo, escalando hacia el siguiente nivel en su emprendimiento.
5. Miedo:
Hemos dejado esta emoción de último por ser una de las más presentes en el ser humano, sobre todo al momento de iniciar algo nuevo. Muchos hablan sobre dejar de lado el miedo para seguir adelante, pero no se trata de no sentirlo, sino de avanzar sin permitir que te limite. El miedo es una emoción que nos alerta ante cualquier situación y bien gestionado nos permite ser cautos para tomar una mejor decisión.
