Cuidado Con Estos 10 Errores Al Presentar Un Discurso

Cuidado Con Estos 10 Errores Al Presentar Un Discurso

Si hablamos del arte de la oratoria es evidente que las palabras se convierten en herramientas poderosas para influir y persuadir. Es cierto, pues, que hay que manejar infinidad de elementos internos (miedo a hablar en público, preparación previa, cuidado de la garganta…) y externos (público, contexto del discurso, lugar del mismo…) que hacen que no resulte para nada una tarea sencilla. Casi, al contrario.
En este sentido, y con tantas aristas alrededor, toca preguntarse, ¿hay algo realmente que pueda erigirse como la piedra angular de los discursos en público? La respuesta no es sencilla y puede dar lugar a un largo debate, pero lo cierto es que hay una base sobre la que se sustenta todo: la dicción. Si nuestro público no es capaz de entender nuestras palabras, toda esa respiración, modulación, manejo de las pausas y demás casuísticas, se caerán como un castillo de naipes. La importancia de la dicción al hablar no puede ser subestimada. No solo afecta a la claridad y la comprensión del mensaje. También, como decimos, influye en la capacidad del orador para conectar con su audiencia y dejar una impresión perdurable.
Ritmo: Caminar de un lado a otro sin propósito puede dar la impresión de nerviosismo y agotar a tu audiencia. Utiliza movimientos intencionales que refuercen tus puntos clave.
Moverse sin sentido: El movimiento debe tener un propósito. Planifica dónde estarás en el escenario para cada punto principal, como en un mapa teatral, para mantener la atención del público.
Gestos: Los movimientos aleatorios pueden distraer a la audiencia. Practica mantener tus gestos controlados y deliberados para evitar parecer nervioso.
Balanceo: Balancearse de un lado a otro puede ser un signo de nerviosismo. Grábate en video durante las prácticas para identificar y corregir este hábito.
Los pasos: Moverse sin propósito hacia adelante y hacia atrás puede ser desconcertante. Utiliza el video para detectar y eliminar este hábito.
Inclinarse: Inclinarse hacia un lado mientras hablas puede hacerte parecer inseguro. Mantén una postura equilibrada para proyectar confianza.
Hacer que todo pase más rápido: Hablar demasiado rápido puede ser una señal de nerviosismo. Recuerda respirar profundamente para mantener un ritmo adecuado y claro.
No dar fortaleza a tus puntos principales: Dar un paso atrás al mencionar puntos importantes puede indicar inseguridad. En lugar de eso, acércate a la audiencia cuando comuniques ideas clave.
Mirar todo el rato tu presentación o una pantalla: Mirar constantemente la pantalla de PowerPoint puede parecer una muleta. Conéctate visualmente con tu audiencia para transmitir confianza.
Congelarte: Quedarte inmóvil también puede ser una señal de nervios. Asegúrate de moverte de manera natural y relajada para mantener la atención de la audiencia.  (SG)