¿Cómo Recuperar Las Ganas De Ir Al Trabajo?
¿En varios momentos de tu vida laboral has sentido que ya no te emociona ir a trabajar, te irritan tus compañeros y la gente que te rodea, te sientes física y emocionalmente exhausto o desconectado de las actividades diarias? Si la respuesta es afirmativa, probablemente te encuentres padeciendo el síndrome de Burnout.
Aunque no lo creas, este fenómeno es más común de lo que imaginas. Quienes lo padecen llegan al punto de odiar su trabajo y no soportan la idea de tener que continuar en él, ya sea por exceso de labores, estrés u otros factores.
1. TÓMATE TU TIEMPO:
A veces confiamos en que podemos hacer una tarea en mucho menos tiempo del realmente necesario. Cuando transcurre ese tiempo y no hemos terminado, aparece la frustración y el desánimo. Pueden aparecer imprevistos, o simplemente puede que no estés al cien por cien y tengas que ir más despacio. No pasa nada. Sé realista en tu planificación y adáptate si la situación cambia.
2. REGÁLATE PREMIOS A MENUDO:
Cuando termines cualquier tarea o logres un buen avance en un gran proyecto, haz algo que te apetezca, que te relaje y que no te suponga ningún esfuerzo. Relájate en una cafetería o en la playa, date un paseo, una buena lectura… busca tus propios incentivos.
3. COME BIEN Y MANTENTE HIDRATADO:
En muchas ocasiones, la falta de ganas para hacer cosas se debe simplemente a que tu organismo echa en falta determinados tipos de alimentos. A mí me pasa con el azúcar, alguna vez, y con la cafeína, más a menudo. En los días de calor, es muy importante beber agua a menudo para mantener la actividad sin decaer.
4. HAZ PAUSAS:
Tu cuerpo y tu cerebro necesitan hacer descansos para ser más eficaces. Si la dinámica de tu lugar de trabajo te lo permite, concédete pausas de diez o quince minutos para beber agua, estirar las piernas o darle un descanso a tu cabeza. De esta forma verás que tu eficacia en el trabajo aumenta y tu motivación también.
5. ORDENA TU LUGAR DE TRABAJO:
Es posible intuir el desorden de tus emociones a partir del desorden en tu lugar de trabajo. Nuestra motivación puede verse más perjudicada de lo que imaginas por causa de ese caos interno y externo. Un truco muy sencillo consiste en dedicar los últimos cinco minutos de tu jornada laboral a poner orden en el lugar en el que trabajas, sea un coche, una mesa de escritorio o una sala.