El fin de año nos brinda la oportunidad de cuestionarnos y replantearnos metas personales. Tenemos la posibilidad de evaluar cuáles de nuestros objetivos hemos logrado conseguir y cuáles nos siguen costando trabajo, ya sea porque perdemos la motivación o porque simplemente no sabemos cómo comenzar.
Un primer paso para establecer metas y recuperar la motivación en propósitos que tenemos en pausa es preguntarnos a nosotros mismos: ¿Qué deseo? ¿Quién deseo ser? ¿En qué deseo convertirme? Hablando de desarrollo personal. ¿Qué sueño hacer? ¿Qué experiencias deseo para mi vida? ¿Qué deseo tener? Permítete desear cosas materiales que te brinden seguridad.
1. Visualiza El Futuro Ideal:
Antes de crear tus metas, debes decidir lo que quieres lograr. Ten en cuenta que los metas a largo plazo son un gran compromiso. Para crear objetivos que puedas cumplir, asegúrate de que realmente sean importantes para ti y que se alineen con tus valores. Esto te ayuda a mantenerte motivado y evitar el agotamiento.
Si estás estableciendo metas para tu negocio, esta tarea conlleva consultar tu declaración de misión y de visión, y los valores de la empresa. Si estás estableciendo objetivos laborales personales, primero identifica tus valores. Pregúntate qué es lo más importante para ti y qué te ha resultado más satisfactorio en el pasado; por ejemplo, puedes valorar la creatividad, la interacción con el cliente o la organización.
2. Mantén La Perspectiva:
Muchas veces, debido a los diferentes compromisos que adquirimos, las actividades del diario vivir, el estudio, el trabajo, etc., solemos posponer las metas u objetivos trazados. Por eso, es importante que, al hacerlo, se establezcan fechas límites para cumplir estos propósitos y generar un plan de acción que nos ayude a organizarnos y a encajar cada una de las actividades que nos llevarán a cumplir dicha meta u objetivo, entre los quehaceres cotidianos.
3. Establece Prioridades:
Incluso dentro de las metas y objetivos debes establecer prioridades. Esto significa que debes darle importancia a aquellas que tienen más importancia para ti o de cuya realización dependen otro tipo de objetivos.
4. Organízate:
Utiliza herramientas, aplicaciones, sistemas de notificaciones y horarios que te permitan incluir la ejecución de tareas ligadas a tus objetivos y metas dentro de tus actividades diarias. De esta manera te asegurarás de alcanzarlas sin tener que esforzarte demás o posponer tus planes.
5. Seguir El Ejemplo:
¿Qué mejor que observar los casos de éxito, errores e incluso, las situaciones de los demás para aprender? Si te sientes un poco perdido o simplemente necesitas un poco de motivación, revisa cómo les ha ido a otras personas tratando de alcanzar metas similares a las tuyas: aprende de sus errores para no repetirlos y sigue sus pasos en aquellas tareas y técnicas que les permitieron cumplir con sus propósitos.
6. Establece Un Plan De Acción:
Dentro de la planeación y cumplimiento de metas, los planes de acción son aquellas cosas que no son negociables, pues te permitirán organizarte, analizar y ejecutar todas las acciones necesarias para lograr tus propósitos.