
Ahorrar, La Clave Para El Éxito Financiero En Los Niños Y Jóvenes
Lo que se aprende de niño se queda con la persona a lo largo de su vida. Por esta razón, el manejo responsable de las finanzas personales es un hábito que se debe cultivar desde edad temprana.
Cuando se enseña a un hijo a ahorrar y administrar bien su dinero y, con este, sus metas y planes para el futuro, se forma a un adulto con la capacidad de planear sus gastos, construir un presupuesto personal que le evitará endeudarse y saber el verdadero valor de los recursos con los que cuenta y los que gana por su trabajo. Este sentido de la responsabilidad redundará en su bienestar y calidad de vida.
Planificar y presupuestar: Uno de los consejos clave consiste en enseñar a niños y jóvenes a planificar sus gastos y a diseñar un sencillo presupuesto. Este ejercicio les permitirá priorizar qué cosas realmente son importantes y cuáles, posiblemente, podrían ser solo una compra innecesaria o un capricho. Aquí es importante enseñarles el valor del dinero, tanto para conseguirlo como para ahorrar, lo que permitirá planificar de una manera más saludable.
Establecer metas de ahorro: Tanto las familias como otros actores (entidades financieras, colegios y algunas organizaciones) tienen la oportunidad de enseñar a niños y jóvenes la importancia de fijar metas de ahorro alcanzables y con un fin claro. Esta práctica es clave para ayudar a construir la independencia financiera y la autonomía y, también, para desarrollar un control responsable de los recursos. Esto puede empezar con establecer un sueño o propósito.
Evitar compras impulsivas: Uno de los desafíos más grandes sobre el control responsable de las finanzas personales consiste en evitar que se materialicen gastos impulsivos y así dar prioridad a las metas de ahorro. Por ello, a los niños y jóvenes se les recomienda evaluar si una compra es, en realidad, necesaria.
Guardar un poco de las mesadas: Desde los hogares es recomendable incentivar a niños y jóvenes para que guarden algún dinero de sus mesadas, incentivando menos consumo innecesario para darle paso al ahorro. Esta simple acción puede contribuir de forma significativa a la construcción efectiva de una disciplina de ahorro, por medio de herramientas simples como guardar dinero en una alcancía, que luego pueden llevar a una cuenta en un banco para seguir ahorrando.
Reutilizar y reciclar: Poner en marcha acciones como ahorrar energía y agua, y también reutilizar algunos materiales, se convierte en una forma útil para que niños y jóvenes contribuyan a generar ahorros en sus hogares y a construir buenos hábitos dentro de sus núcleos familiares. Lo anterior se constituye como un aporte valioso a unas finanzas saludables de la casa, a la vez que se convierten en una manera de afianzar la necesidad de tomar decisiones que favorezcan al medio ambiente y al entorno inmediato. (SG)